Proud book worm

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Reading is totally sexy...

miércoles, 18 de mayo de 2011

Lost in translation


Hola!
Aquí ando de vuelta dando lata. Intentando no dejar de lado el blog.
Y en esta ocasión les muestro una traducción que hice de un poema, que escuché por primera vez en la película En sus zapatos, una comedia con Cameron Díaz y Toni Collette 100% recomendable.
Habla sobre el arte de perder y en la película mencionan que no se trata de perder un amor cualquiera (si es que un amor puede ser cualquiera), sino que es sobre perder una amistad. En fin... A ver que les parecen mis intentos de traducción.
Un abrazo.












One Art - Elizabeth Bishop


The art of losing isn't hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster,

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn't hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother's watch. And look! my last, or
next-to-last, of three beloved houses went.
The art of losing isn't hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn't a disaster.

Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan't have lied. It's evident
the art of losing's not too hard to master
though it may look like (Write it!) a disaster.




Un arte - Elizabeth Bishop


No es difícil dominar el arte de perder;
tantas cosas parecen llenas de la intención
de perder que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de llaves perdidas, de horas mal empleadas.
No es difícil dominar el arte de perder.

Después practica perder más, perder rápido:
lugares y nombres y sitios a los que deseabas
viajar. Nada de esto será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! el último, o
casi último, de mis tres hogares más amados.
No es difícil dominar el arte de perder.

Perdí dos ciudades adorables. Y más aún,
algunas ciudades, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.

Incluso perdiéndote a ti (la voz bromista, el gesto
que amo) no habré mentido. Es evidente
que no es tan difícil dominar el arte de perder
aunque parezca (¡escríbelo!) un desastre.

martes, 15 de marzo de 2011

Poema viejito...

Holaaa!
Hace ya tiempo que escribí este poema.




Continuidad
Mi memoria avanza
como un susurro de música,
las claves, las notas,
experiencia.
Te siento,
olfato, gusto, tacto, vista,
las claves, las notas,
recuerdos.
Mi nostalgia sigue
nubes grises, sombras,
las claves, las notas,
te extraño.
En la utopía encuentro
tus rasgos, la calma,
las claves, las notas,
suspiro.


Una vez más...
¡Gracias por leer!

El poema siguiente...

Hola otra vez.
Ahora es un poema que hice para un taller de creación hace tiempo.







Mesura

La literatura es un camino difícil,
andar es pesado,
descubrirnos cómodo,
reencontrarnos no alcanza.
Buscarte es posible,
encontrarte peligroso,
amarnos noquea,
apegarnos me mata,
leer nos defiende,
escribir resucita.
La literatura es difícil
y nos ampara.





Gracias por pasar!!

lunes, 14 de marzo de 2011

Otro poema, xD

Hola hola hola. Dejo un poema más...
Gracias por los comentarios!














Ensamblaje

Aún hoy entendiendo
que nada nos une,
me es difícil no sentirte,
porque a veces creo que tu eres
como yo era,
como sigo siendo,
como no quiero ser,
aunque sé que al final,
en nuestra soledad
ambas lo seremos.








Otra vez gracias! :)

viernes, 11 de marzo de 2011

Un poema más!

Al parecer el viernes se convierte en mi día de poemas recién salidos del horno.

Se agradecen los comentarios, especialmente los de los nuevos lectores, me dan mucha emoción, jaja.

Y me gustaría mucho que me pusieran su opinión de lo que escribo.
Sí bueno... Un gran abrazoo.









Viajemos al pasado,
huyamos,
recortemos el mundo.
Salgamos del encierro,
mírame,
despistemos al destino.
Esperemos el regreso
y dame
esa pequeña muerte
que nos llevará
poco a poco
al fin.



Gracias por leer! :)

viernes, 4 de marzo de 2011

Poemita sin revisar aún.

Hey.


Intentando no abandonar, subo un poema que tengo sin revisar aún.







La canción del Fenix

Alzar la voz, aclararse la garganta,
gritar a todo pulmón.
Moverse, bailar,
romper mis alas.
Rezarle a los cielos, ir a misa,
volver a sentarnos.
Comer, saborear,
olvidarte otra vez.
Aprender a respirar,
desaparecer de ti,
fundirme en el viento,
renacer.




Muchas gracias otra vez a todos los que pasan y a todos los que comentan.
:)

sábado, 5 de febrero de 2011

Ensayando ensayo

Decidí por primera vez subir algo que sí tuviera que ver directamente con libros.
Un pequeño ensayo.

Una vez más, gracias a todos.


La dualidad como desautomatización en
Árbol de Diana de Alejandra Pizarnik


La desautomatización es un concepto acuñado por Victor Shklovski un formalista ruso, se dice que es un proceso por el cual el espíritu creador del individuo irrumpe en el lenguaje rebelándose contra su carácter colectivo, rompiendo los convencionalismos. Un juego creativo con el lenguaje que facilita su enriquecimiento y que lo convierte en un arte.

La vida aparece transformándose en nada. La automatización devora
los objetos,
los hábitos, los muebles, la mujer, y el miedo a la guerra. -Si la vida compleja de tanta gente se desenvuelve inconscientemente, es como si esa vida nunca hubiese existido-. Para dar sensación de vida, para sentir los objetos, para percibir que la piedra es piedra, existe eso que se llama arte. La finalidad del arte es dar una sensación del objeto como visión y no como reconocimiento; los
procedimientos del arte son el de la singularización de los objetos… *

Como vemos, la desautomatización es sacar algo de la normalidad, hacerlo brillar ante nuestros ojos como la luz al final de un túnel largo y oscuro.

Alejandra Pizarnik fue una poeta argentina, nacida en 1936. Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones. Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y es considerada como una de las poetas líricas y surrealistas más importantes de Argentina. Su obra poética está representada en las obras La tierra más ajena, La última inocencia, Las aventuras perdidas, Árbol de diana, Los trabajos y las noches, Extracción de la piedra de locura, El infierno musical y Textos de sombra y últimos poemas. A los 36 años se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico como consecuencia de una profunda depresión.**

Aunque me parece que poner una biografía no es lo más correcto en un ensayo, también creo que desde la primera línea podemos ver desautomatización, Alejandra Pizarnik fue una poeta; la poesía, la buena poesía, es singularización en sí misma, porque no se necesita mucho para llamar nuestra atención, en este caso Árbol de Diana es un libro de cuarenta y dos páginas que contiene treinta y ocho poemas cortos y un prólogo escrito por Octavio Paz.

Pero dejando de lado a Alejandra y a Paz, adentrándonos en el texto, yo diría que empieza a desautomatizar desde el título Árbol de Diana, no es un árbol cualquiera, es el árbol de la diosa de la caza, -la siempre virgen- Artemis*** para los griegos y Diana en la mitología romana, una de las diosas principales en la cultura helénica. Octavio Paz dice en el prólogo “El árbol de Diana es uno de los atributos masculinos de la deidad femenina. Algunos ven en esto una confirmación suplementaria del origen hermafrodita de la materia gris y, acaso, de todas las materias.”****
Quizás Pizarnik opinaba que esa dualidad, que ese hermafroditismo, esa mezcla de contrarios femenino-masculino era otra forma de singularización.

Así empezamos a leer los poemas, que podrían formar uno solo, pero están separados, son diferentes entre sí y al mismo tiempo iguales, es una Alejandra enamorada, una desenamorada, una con esperanza, otra desesperanzada, una que es mujer, una que es hombre, así vemos a una Alejandra que es ella pero a la vez es muchas y todas son una sola. En el poema seis leemos:

ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce
el feroz
destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber
nombrar
lo que
no existe*****


La poeta en la búsqueda de algo que no encuentra o que tal vez ni siquiera sabe que está ahí. En el poema once nos habla también del hecho de poder convivir con el pasado, de ser ella y ser también la niña que fue:

ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el
umbral de mi mirada******


En el poema veinte una vez más busca una explicación de lo que no sabe y nos habla de la muerte con pesadumbre sí, pero al mismo tiempo con una ligereza increíble, desautomatizando una vez más, la muerte, el amor:

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene
miedo de la
muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice
que la muerte
es miedo es amor
dice que no sabe*******


Shklovski dice “El arte es el pensamiento por medio de imágenes”*******. Pizarnik lo sabe, como lo pudimos observar ella crea imágenes con cada uno de sus poemas, pero no se conforma con esto, en Árbol de Diana empieza a usar imágenes de epígrafes, como en el poema veinticinco:

(exposición Goya)
un agujero en la noche
súbitamente
invadido por un
ángel *********

Goya como Alejandra es claroscuros, el brillo de la luna en un lago, más dualidades.
Y termina el libro con el poema treinta y ocho:

Este canto arrepentido, vigía detrás de mis
poemas:
este
canto me
desmiente, me amordaza.**********

Entonces nos entra la duda, ¿estos poemas son ella, o no lo son?, el poeta es sus poemas, o es un ente totalmente aparte. La duda, una señal más de desfamiliarización.

Volvemos a Alejandra, en verdad yo no sé cuál fue su realidad, probablemente era Diana, era la cazadora, la amazona, la virgen, la niña, el hombre.
Lo único cierto, lo que me atrevería a afirmar y pondría mi mano al fuego por ello es que Árbol de Diana desautomatiza tanto como Alejandra misma.
Pizarnik como lo mencioné antes se suicidó siendo aún muy joven, Julio Cortázar le escribió un poema de despedida:

Puesto que el Hades no existe,
seguramente estás allí,
último hotel,
último sueño,
pasajera obstinada de la ausencia.
Sin equipajes ni
papeles,
dando por óbolo un cuaderno
o un lápiz
de color.
-Acéptalos, barquero: nadie pagó más caro
el ingreso a los
Grandes
Transparentes,
al jardín donde Alicia la
esperaba.***********

Cortázar siendo su amigo y su lector sabía de esta dualidad y la usó en su honor desautomatizando, diciendo (entre otras cosas) que ella se encuentra en un lugar que no existe.

Leer a Pizarnik, al igual que leer a Cortázar cambió mi vida, porque al leer cosas tan geniales uno no puede quedarse impasible, eso es la singularización, el descubrir que cambiamos, que todo cambia, que nada permanece, el que un poema haga que se nos pongan los vellos de punta, el querer leer con una linterna debajo de las sabanas, el comprender el suicidio sin juzgarlo, el querer jugar rayuela con la intención de llegar al cielo, el saber que las dualidades existen y que puedes ser hombre y mujer, adulto y niño si así lo deseas.

Julio Cortázar, Octavio Paz, Alejandra Pizarnik y otros pocos fueron y son la desautomatización en persona. El día que comprendes eso, nada vuelve a ser lo mismo.


Andrea Elisa Sampedro Cárdenas.


Notas

*Victor Shklovski, “El arte como artificio” en Teoría de la literatura de los formalistas rusos, Siglo veintiuno editores, decima edición, 2002, México, p. 60
**“Biografía de Alejandra Pizarnik”, recuperado el 21 de noviembre de 2010, en http://amediavoz.com/pizarnik.htm
***Ángel Ma. Garibay K, Mitología griega, Porrúa, México, vigesimosegunda edición, 2006, p. 15 ****Octavio Paz “Prólogo” en Árbol de Diana de Alejandra Pizarnik, publicado por primera vez en 1962, recuperado el 21 de noviembre de 2010 en http://sites.google.com/site/escritoresmalditos/alejandrapizarnik/prologo_arbol_de_diana_octavio_paz *****Alejandra Pizarnik, Árbol de Diana, publicado por primera vez en 1962, recuperado el 21 de noviembre de 2010 en http://sites.google.com/site/escritoresmalditos/alejandrapizarnik/arbol_de_diana
******Idem.
*******Idem.
********Victor Shklovski, Op. Cit., p.54
*********Alejandra Pizarnik, Op. Cit.
**********Idem.
*********** Julio Cortázar, en “Cortázar y la muerte de Alejandra Pizarnik: Últimas cartas entre los dos escritores argentinos” de José Miguel Fernández-Layos Fernández, recuperado el 21 de noviembre de 2010, en http://www.suite101.net/content/cortzar-y-la-muerte-de-alejandra-pizarnik-a5142#ixzz15zekTF4p

viernes, 21 de enero de 2011

Pido el silencio...

Gracias una vez más
a todos en general
y a Christian en especial...
Para variar. :)







“Pido el silencio”
Pero para escucharnos una última vez.
La última vez
y dejarnos.
O rompernos.
O liberarnos.
O lo que la gente suela hacer.
Responder y preguntar.
Reír y llorar.
Ser felices o tristes o todo a la vez.
Por último.
Porque ni siquiera empezar de nuevo importa,
porque las razones o sin razones
y desazones se mezclan.
Creando una masa
que descontrolada-mente
se apodera de todo
y nada importa
nada pasa.


Pido el silencio
Aunque es tarde, es noche,
y tú no puedes.
Canta como si no pasara nada.
Nada pasa.
-Alejandra Pizarnik

No sólo utilicé el poema de Alejandra para el título, sino también como un mantra para repetir en este comienzo de año:

Nada pasa. Nada pasa, Nada pasa, Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa. Nada pasa...

Les deseo un feliz año 2011.
Un abrazo.